Amazonia es un universo de 7,5 millones de km2 (15 veces España), que se complace en la magia y el misterio.
Senderos de ensueño, a pie y en canoas
Todo es enigmático: la hoja que tiembla, las ondas del agua, el silencio, los seres que la habitan...
Este océano verde alberga más del 50% de la biodiversidad mundial.
Mónica Díaz
El Amazonas Film Camp está situado en el Río Manacapurú, entre las cuencas del gigantesco Amazonas y el Río Negro, el mayor río de aguas negras del mundo. Localizado en la parte más alta de la costa, sobre la bahía de Paroá, ofrece vistas espectaculares del río y sus islas.
Amazon Prime, Discovery, Movistar + y otras exigentes productoras lo han elegido para rodar sus obras por su diversidad y belleza.
Contamos con seis casas tradicionales amazónicas, rústicas, funcionales, silenciosas y con Wifi. Su diseño tradicional y la textura de sus materiales comparten espacio con las aguas donde nada el delfín rosado y con el verde profundo de los bosques sobre los que vuela el guacamayo escarlata.
Las habitaciones son dobles o individuales y cada una tiene entrada independiente. Los baños son externos, distribuidos en el jardín y equidistantes de las casas.
Cuenta con un maravilloso jardín de 15.000 m2 con botánica extraordinaria, lleno de aves, mariposas, árboles frutales y plantas medicinales.
Sala social, terraza, cafetería, comedor y gimnasio al aire libre.
Nuestro menú es puramente amazónico y sano: pescado fresco (a la brasa, al horno o asado en la hoja de la banana); carne y pollo a la brasa; platos tradicionales; ensaladas de temporada, arroces, legumbres, frutas, postres, zumos. Cuidamos de tu salud y atenderemos cualquier pedido específico que necesites (dieta vegana, intolerancias alimentarias, etc.)
Podrás caminar entre árboles centenarios y sentir la fuerza de una naturaleza diversa y exuberante, avanzar despacio, descubriendo a cada paso el camuflaje perfecto del mayor ‘jardín’ del planeta.
Pasearemos en canoa por la bahía, sus islas desiertas y arroyos llenos de vida.
Observaremos los famosos delfines del Amazonas que sutilmente nos muestran sus brillosos corpachones y su mágica presencia. En estas aguas nadan los dos tipos de delfines amazónicos: el mítico delfín rosado -el boto- que entra en las selvas inundadas y sabe nadar hacia atrás; y el más pequeño y rígido –el tucuxí– que nada en aguas abiertas y suele acompañar el paso de las canoas.
Los mergulhoes, tipo de cormorán tropical de pico puntiagudo, pueblan las copas de los árboles desde donde localizan sus presas, lanzándose como flechas sobre ellas. Las sombras y los reflejos de esos mundos acuáticos nos permiten acercarnos y desde ángulos privilegiados observar la intensidad de estos lagos, donde nadan también arapaimas, caimanes, nutrias y manatíes.
Los amaneceres y puestas de sol abren puertas a mundos sutiles donde las emociones son puras y profundas.
En la isla de los papagayos, a 15 minutos de remo del Amazonas Film Camp, vienen cada tarde miles de papagayos a pasar la noche en sus ramas altas. Su llegada es espectacular.
A 40 km del Amazonas Film Camp se encuentra la reserva Piraña, 100 mil hectáreas de reserva lacustre: un verdadero edén natural. Posee la mayor colonia de caimanes negros de Amazonia central, que puede medir más de 5 metros y llegar hasta 1 tonelada de peso. En esta región son bastante gregarios y es posible ver grupos tomando el sol. Desde la seguridad de nuestras lanchas, disfrutaremos de la experiencia de encontrarnos con estos seres prehistóricos.
La reserva es también un paraíso de aves pescadoras y de los raros hoatzin, aves crestadas de colores brillantes, rara especie de “rumiantes alados” que se alimentan de hojas.
Los indios Sateré Mawé vendrán al Amazonas Film Camp para realizar el ritual de las hormigas tucanderas, conocidas como ‘hormigas bala’, porque su picadura es la más dolorosa entre las múltiples especies de hormigas del bosque tropical.
Duermen a las hormigas gracias a un liquido preparado con hojas
narcóticas para colocarlas en unos guantes tejidos con fibras naturales, y después las despiertan con
humo. Los jóvenes guerreros, para probar su valor, meten las manos en los guantes, donde se entrelazan a las hormigas con los aguijones hacia adentro.
La pinturas corporales que acompañan el ritual, a base de tinturas vegetales y minerales, las danzas y cantos que lo acompañan y las flautas mágicas son una experiencia espectacular e inolvidable.
La noche en la selva es tiempo de acción para muchos animales, dentro y fuera del agua y en las ramas de la vegetación costera. Recorrer las orillas en silencio, acompañados de excelentes guías, buscando con linternas las muchas especies que en ese horario acechan y se esconden, es un ejercicio de naturalismo muy sorprendente.
La pesca tradicional, fruto de la habilidad ancestral de los pueblos indígenas, heredada por los caboclos (sociedad de la selva) nos regala momentos de precisión que nos llenan de profunda admiración. Conoceremos la pesca diurna con arco y flecha, la pesca de pirañas y la pesca nocturna con arpón.
En el Amazonas Film Camp han sido clasificadas más de 100 plantas medicinales.
También son excelentes las arcillas blanca y roja que se encuentran en varios puntos de su generosa geografía. Los visitantes podrán utilizarlas en forma de aceites esenciales, infusiones, tinturas, baños, etc.
Somos CIPÓ Company, agencia de comunicación creativa para el cambio social. CIPÓ es una palabra Tupí-Guaraní que significa “liana”. Nuestros primeros trabajos de comunicación fueron para defender la Amazonia y los pueblos indígenas que la habitan.
Después, ampliamos nuestra labor haciendo campañas, audiovisuales, exposiciones y locuras creativas para la concienciación social de múltiples temas: violencia de género, personas sin hogar, refugiados, infancia, voluntariado, cooperación… Ya hemos trabajado con más de 50 ONG, instituciones públicas y empresas responsables.
Queríamos crear un lugar donde la gente pudiera sentir, amar y conocer la selva Amazónica. Por eso en 2012 emprendimos la búsqueda. Recorrimos ríos, islas y aldeas. Buscábamos un flechazo emocional; un lugar que, al pisarlo, la intuición te dijera: ‘Es aquí’. Remontando el río Manacapurú llegamos a la bahía de Paroá y sus numerosas islas deshabitadas. Frente a aquella inmensidad de poderosa naturaleza había costas y refugios naturales aislados. Destacaba un terreno de costa peninsular más alto que los demás. ¡Ese era el lugar!
Construimos la primera casa al estilo tradicional de la zona y comenzamos a organizar expediciones para acercar a nuestra sociedad, acostumbrada a vivir en entornos más urbanos, la riqueza de este patrimonio natural. Todas las personas visitantes tenían un sentir común: “No quiero marcharme de aquí”. La conexión con la fuerza de la vida y la belleza, logran profundos sentimientos.
Con el paso del tiempo fuimos mejorando las infraestructuras, y pensamos: ¿por qué no convertirlo en un lugar de rodajes audiovisuales?
Y así nació el “Amazonas Film Camp”, ahora también como lugar para personas viajeras como tú que quieran conocer su belleza y diversidad.
Daniel Garibotti es el director del Amazonas Film Camp. Tiene una dilatada trayectoria de trabajo audiovisual y de conservación en Amazonia. Ha trabajado en la logística y diseño de producción de numerosas series documentales y de ficción para la BBC, Canal+, Icon Films, Survival Anglia, Discovery, Movistar+ y TVE, entre otras. Ha recibido varios premios por su trayectoria, entre ellos, el Premio ONES de la Fundación Mediterránea, y en 2018 estuvo nominado por la Academia de Televisión a la mejor producción por la serie “Conquistadores” de Movistar +.
«En estos viajes me acompañan excelentes hombres y mujeres de selva. Chiquinho, mi principal compañero de aventuras en el Amazonas Film Camp, tuvo parálisis infantil de pequeño. Con los años representó al Amazonas como nadador paraolímpico (7 años titular del equipo oficial), y ganó varios premios en competiciones internacionales. Lo sabe todo sobre la selva. Es un notable pescador con tarraya, redes, cuchara y otras artes. Mundao, nuestro vecino y amigo, es un gran pescador con arpón, principalmente de noche. Fabrica canoas y sabe mucho de botánica. Tiene una brújula natural para orientarse en pleno bosque. Eriván, el más joven, además de sus habilidades como pescador y piloto, tiene un sexto sentido para encontrar fauna donde pocos la ven.
Tania es una señora cocinera que trabajó en barcos durante 20 años y ha dirigido la cocina en todos los rodajes que se han hecho en el Amazonas Film Camp. Creativa y dinámica, hace magia junto con Francisca y Regina, sus dos ayudantes habituales, que saben leerle las intenciones antes de que sean comunicadas. Elizangela, una indígena Tikuna, es el hada madrina de la higiene, muy eficaz y simpática.»
Daniel Garibotti, director del Amazonas Film Camp
7 días y 6 noches
9 días y 8 noches
"Gracias por convertir este viaje en una aventura maravillosa"
Susana
Uno de los lugares del mundo que más cambia según la época del año.
En toda Amazonia la altura de las aguas define el paisaje, el ritmo natural, las vías de acceso, las actividades humanas y la luz.
Aguas bajas / Septiembre – diciembre
Las aguas comienzan lentamente a bajar en julio y agosto, y en septiembre aparecen las primeras playas. A finales de octubre las costas salvajes muestran sus contornos y el canal de navegación se hace más estrecho. Ya no es posible llegar a las nacientes, salvo a pié, o en pequeñas canoas según la profundidad. Los peces se concentran donde encuentran refugio; los delfines, caimanes y aves pescadoras lo festejan. En algunos lagos los cormoranes oscurecen los árboles al atardecer y es posible caminar en playas en medio del río, sintiendo una soledad amable y una libertad sin limites. Amaneceres y atardeceres de ensueño, siempre.
Aguas altas / Abril – Julio
Las aguas han comienzan a subir en diciembre. Enero, febrero y marzo son meses tradicionalmente lluviosos y las aguas suben lentamente, hasta llegar al máximo nivel a finales de junio. Los 15 metros que han subido han cubierto las costas y toda la vegetación baja ha desaparecido, sirviendo ahora de refugio para peces. Los ríos permiten ser navegados hasta sus nacientes, la selva baja está inundada y se puede entrar en ella en canoas a remo, navegando entre troncos, copas de los árboles, nidos, orquídeas, bromelias, colibríes… Es el tiempo de los reflejos, la selva se replica en las aguas oscuras que hacen de espejo y al navegar parece que volamos.
Resumen de nuestras actividades cinematográficas en la Amazonia brasileña
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